Dos minutos

Detener el tiempo no es un truco,
ni un deseo que se manifiesta en palabras usadas.
Es la fuerza exacta donde ceden el «ahora» y el «nunca»,
el instante, rendido a nuestras conciencias.

Nace. Espera.

Me impaciento…
Sin embargo, necesito que el tiempo se detenga.
Tú dentro, al resguardo de mi sangre.
No fuera que hace mucho frío
y el ruido es muy intenso.
Tú duerme mientras mamá se desespera.

Me impaciento…
[…]

Cachopo

Nos encontramos donde el aire tiene aroma a nutrición,
un espacio sagrado y cálido,
sin más origen que el momento.
Las cabezas, separadas por siglos y neuronas,
al fin convergen, aunque no se tocan.

Promesa

A mis hijos,

Os vi nacer, crecer, madurar, y sigo sintiendo la misma voluntad de sosteneros, aunque ya no os sujete tan fuerte. Os prometí que estaría siempre cerca. Os vi volar, y ese es un dolor dulce que no sabía que sentiría.

Hijos

Hijos, quisieracurar vuestras heridas con flores,protegeros con el amor de mis hojas,ser un árbol de verdades profundascon un paraíso en los brazos.