Dejo atrás todo lo que dio voluntad a mi nombre.
Caen los personajes: son hojarasca
que mi poder quema.
Y en su lugar, la madera desnuda.
He sido un conjunto de voces prestadas.
Ahora, tierra en regeneración.
Si algo brota, lo arranco para cuidar lo fértil;
las raíces antiguas deben secarse.
No hay pasado en este instante,
solo la oscuridad que se recrea.
Ese siempre ha sido el sentido
de la ausencia de luz: ser todo.
Y, por fin,
vuelvo al origen.
Sin voces ajenas,
solo yo,
por primera vez,
sin máscaras.