El sueño que habla en mí
Poema onírico
Un velo se descorre, un espejo líquido
me mira a través de mi rostro multiplicado;
se disuelve,
se descompone en reflejos que no obedecen.
Gotas de agua
impactan desde lo profundo del otro lado;
se enroscan en mi oído. Sílabas translúcidas
tiemblan
ondas en un lago
Me atraviesan con su oráculo de musgo blanco;
su canto sin cuerpo toca mi lengua:
despierta un signo que no reconozco.
Transito la corriente mediúmnica.
Las imágenes me eligen,
me rozan con tacto invisible.
Me ofrecen recuerdos que he olvidado,
me devuelven la certeza de haber habitado
distintos cuerpos,
memorias diversas,
nuevos espejos.
Cada curva del cauce,
umbral donde me reconozco distinta:
en una orilla soy niño que balbucea,
una anciana de sal que se diluye,
apenas una voz que busca ser materia.
Y sigo
en este fluir interminable.
Morfeo habla en mí, no pregunta, ni exige,
se desborda,
se abre en vientres acuosos.
En esa hondura me reconozco
ola
pantano
nieve
lágrima
bruma
sangre
charco
Yolanda Gutiérrez
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