«Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que no conocí, pero que forjaron un suelo común, de aquellas que amé aunque no me amaron, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero.»
A. Pizarnik

… la escritura me conecta con mi niña interna y su juego. Es una de las actividades que más disfruto en el mundo y, sinceramente, no puedo encontrar una respuesta clara para explicar por qué. Me apasiona profundamente y, de manera paradójica, me permite volar con mis pensamientos mientras me ancla en el presente, trayendo consciencia a mi cuerpo físico, emocional y mental.

Además, cuando logro plasmar con palabras escritas aquello que me inquieta, atrae o emociona, experimento un notable crecimiento personal. A través de la escritura, mi sistema límbico, el centro emocional del cerebro, encuentra una vía de conexión con mi subconsciente. Si bien no siempre descubro partes de mí que desconocía al escribir, en ocasiones sucede y eso añade un elemento de sorpresa y exploración fascinante a mi proceso creativo.

Cabe destacar que, para mí, la poesía es similar a la técnica macro de la fotografía, ya que tiene la cualidad de acercarse y apreciar en detalle aquellas cosas que a menudo pasan desapercibidas.

Pero la experiencia poética no se limita a la creación. Como lectora, me sumerjo en el universo del texto, descubriendo la visión única del mundo de la persona que lo ha creado y permitiendo que sus palabras despierten imágenes y sentimientos en mi propia mente y corazón. Algunos poemas se convierten en un abismo que se me permite admirar, mientras que otros despiertan nuevas vetas para el pensamiento crítico. También son una oportunidad para explorar mi propia sensibilidad y perspectiva.

Sin ninguna duda, la poesía, tanto al escribirla como al leerla, me acerca a la belleza, a las emociones y a cualquier inquietud que surja en mi ser más elevado. Me brinda la oportunidad de trascender los límites de lo cotidiano, convirtiendo lo ordinario en algo trascendente, y me invita a adentrarme en un espacio de reflexión y conexión. En cada verso que capta mi atención, encuentro una experiencia enriquecedora que alimenta mi curiosidad y me impulsa a explorar nuevos horizontes creativos y literarios. Además, gracias al poder de la poesía para transmitir conceptos abstractos y universales, siento una profunda unión con todo y una mayor identificación con el mundo que me rodea.

En mi memoria, numerosos versos de autores y autoras que han llegado para quedarse. Gracias a Miguel Hernández, Pablo Neruda, Alejandra Pizarnik, Eduardo Galeano, Gloria Fuertes, Wisława Szymborska, Leopoldo María Panero, Kahlil Gibran, Chantal Maillard, Ida Vitale, Begoña Abad y tantos otros.


/* Sobre mí */
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ciudad: #sabadell; #castellar-del-vallès;
alma: #creadora; #poeta; #rapsoda; #actriz; #compositora; #cantante;
#guionista; #comunicadora; #diseñadora-gráfica;
fondo: madre !importante; #3;
enamorada: 100%;
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Por amor a la poesía

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