Síndrome de la amapola alta
Poema sobre ser diferente: crecer distinto
La mayoría de las flores
se alzan con medida.
Obedecen un mandato.
Pero a veces,
una amapola
rompe el trazo.
Su tallo replica el ímpetu
de las semillas valientes,
que el sol consagra
con su mirada oblicua.
Otras, a ras del suelo,
la envidian en silencio;
algunas, a escondidas,
cosen sus heridas a otros pétalos.
El frescor del atardecer
exuda rumores: crecer distinto
traiciona la geometría del campo.
La mano desciende.
El rojo cede al filo.
La tierra calla.
En lo profundo,
la savia se pregunta:
¿qué sería del mundo
si nadie se atreviera
a torcer las reglas
que nos impiden crecer?

Superemos el síndrome de alta exposición. La tensión entre la norma y la diferencia, en un mundo que valora la homogeneidad, crecer, ser, distinto implica riesgo, pero también autenticidad. La metáfora de la amapola revela la fuerza de quien se atreve a torcer el patrón, aunque reciba juicio o incomprensión.