Creo saber del hambre
con el que sacié la llamada
de una madre desconocida
Creo saber de los símbolos
que ya nunca más usaré de reverso
Creo saber del límite
que doblega la esperanza
en el dolor o el orgasmo
Las cadenas
(creo saber quién las somete)
articulan una y otra mano
y edifican a plomo la roca
rota vida a vida,
que en pausa avanza
y en pausa duda
triturando lo necesario
Y es aquí donde dan
y descodifican los dedos
de la conciencia que escribe
que sé que la soberbia
desde la atalaya del miedo
no es más que tristeza
que intenta reducirme
a silencio
Yolanda Gutiérrez | voz
Mercè Farràs | piano
Mabel Sánchez | violonchelo
Hoy traigo el ombligo con nudo deshecho