Amapolas

No distingo si fue un sueño
o es un recuerdo pasado.
Vuelve a mí siempre
que necesito honrar
la candidez y la inocencia.

El cálido viento de entonces,
casi perceptible ahora,
mueve las amapolas.
El manto de espigas
permanece inmóvil.

Los dedos de la niña
intentan intuir
la textura del pétalo
que se deshace,
se desvanece
junto a la imagen,
hoy desenfocada.

Todos los veranos
vuelvo, me detengo
en los campos de trigo.
Los prados de amapolas
han desaparecido,
ya no existen.

No logro reconocer
si fue un sueño
o un momento feliz.


Por amor a la poesía

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