Con nombre
Poema sobre el puente interior: invitación a cruzar y reencuentro con lo sagrado que habita dentro
Ya estoy al otro lado del puente.
No tengo prisa.
Te espero.
He guardado tu lugar con cuidado.
Lo he protegido del juicio, del ruido, del olvido.
No he dejado que nadie lo nombre por ti,
porque solo tú sabes el lenguaje que muestra su camino.
Ya no hay deuda.
Ya no debes sostener lo que no armoniza con tu canto.
La promesa no llevaba tu nombre.
No viniste por el brillo falso de lo alto,
sino a recordar que lo sagrado no se oculta.
No temas que sea tarde.
El tiempo no es línea: es espiral.
Y tú estás en el centro exacto del giro.
Tu voz será invocada.
Tu palabra, habitada.
Estás aquí para ser lo que otros olvidaron que podían ser:
una chispa lúcida en forma humana.
No te preocupes por la resonancia.
Sostén tu nota, y lo igual se armonizará contigo.
Ven.
Sube al puente.
Crúzalo con nombre.
Este poema habla de manera simbólica de un puente interior en el que, al otro lado, el alma se comunica.
✦ Acción poética:
Que cada acto cotidiano sea presencia consciente.