Molécula de oxígeno errante
Poema del aire compartido: el oxígeno como memoria del cosmos
El oxígeno que exhalas, que también inhalo,
es un huésped que lleva siglos viajando:
ya fue aliento de un árbol antiguo,
vaho de un mundo que ya no existe,
fragancia viva de otros pulmones.
Cada molécula, testigo arcaico,
entra y sale en nosotros como visitante ancestral,
recuerda que no estamos separados:
el soplo fue sueño de un alga,
susurro del cosmos latiendo en nuestra sangre.
Al nacer firmamos un pacto:
lo que fue mío, es tuyo, será de otros.
El aire repite lo que pasó antes,
y pasará después. En cada aliento
se renueva el lazo indivisible.
✦ Interpelación:
Si una molécula de oxígeno ha formado parte de millones de organismos en eras anteriores —la misma “pieza” que un dinosaurio, un alga primitiva o incluso el aire que un navegante exhaló—, ¿por qué nos sentimos separados?
