Nuevo ciclo
Poema sobre un momento de lucidez y despertar a una nueva forma estar en el mundo
Un cuerpo descansa en la comodidad de años.
La habitación, en semipenumbra.
No hay pliegue que ofenda.
El torso gira en la forma exacta de la respiración.
Las moléculas de polvo, en un haz de luz preciso
revelan la misión de los hombros.
La materia ha aprendido a ser leve;
el tiempo, desnudo.
La voz —apenas sostenida en un hilo de saliva—
se abre paso en los labios.
En ese instante suspendido,
la herida que doblaba el habla cede,
verdad primera que por fin se expone.
El sonido emerge con placer,
se entrega a los primeros brotes
del sol confiado de la mañana:
«Buenos días».
yolanda gutiérrez
Yolanda Gutiérrez
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