Poema sobre un momento de lucidez y despertar a una nueva forma estar en el mundo
La materia ha aprendido a ser leve;
el tiempo, desnudo.
Palabras que invitan a la contemplación, a la pausa y al recogimiento.
La materia ha aprendido a ser leve;
el tiempo, desnudo.
En la plaza,
un hombre mira
cómo su hija corre detrás de la pelota.
Ella se detiene al borde de un muro,
mide la distancia
y renuncia a saltarlo.
En una estación,
un hombre me pide que custodie su mochila.
Guardián del umbral,
aunque me arrancaste del gris
y me arrojaste al recinto donde la espera
se volvió signo en la lengua,
Un velo se descorre,
un espejo líquido
me mira a través de mi rostro multiplicado;
se disuelve,
se descompone en reflejos que no obedecen.