Poema sobre límites invisibles y la fuerza de liberarse
En la plaza,
un hombre mira
cómo su hija corre detrás de la pelota.
Ella se detiene al borde de un muro,
mide la distancia
y renuncia a saltarlo.
Textos que dialogan con el tiempo, el sentido y la condición humana.
En la plaza,
un hombre mira
cómo su hija corre detrás de la pelota.
Ella se detiene al borde de un muro,
mide la distancia
y renuncia a saltarlo.
El plato vibra
cuando alguien lo deja sobre la mesa.
Esa oscilación viaja,
se adhiere a la piel del día
como un resplandor discreto.
Late: propósito cubierto de tierra húmeda,
murmullo que se nutre de la tensión de la espera.
Guardián del umbral,
aunque me arrancaste del gris
y me arrojaste al recinto donde la espera
se volvió signo en la lengua,
Declaro mi lugar:
no en la herida del sacrificio,
sino en la raíz que ya arde
con su propio orden.