Al lado del tiempo
Los días ya no se instalan con la lentitud de antes.
Vienen, hacen lo suyo —lo preciso—
y se convierten en el siguiente.
Los días ya no se instalan con la lentitud de antes.
Vienen, hacen lo suyo —lo preciso—
y se convierten en el siguiente.
No hay milagro.
Solo un leve ajuste:
otra frecuencia.
hoy me hablé
como si nunca me hubiera fallado
Al principio no entendía
por qué no era como los demás.
He vuelto al lugar donde soy
la semilla y el fruto,
donde mi mente se desarma,
un desprenderse necesario.