Gravedad
Poema sobre decir “no” y elegirte: límites, abandono y retorno a sí
Ya no sé fingir.
O no quiero hacerlo.
Alguien, a mi lado, escupe su enfado.
Espera mi voz: consuelo o réplica.
Le ofrezco silencio.
Los planes van cayendo:
una cena,
una llamada,
una costumbre.
No hay lucha.
Solo lo que, por su propio peso,
cede a la gravedad:
una rama que se quiebra
sin ruido
y suelta lo que ya está maduro.
En este instante —el único que existe—
escucho al cuerpo.
Me dice: no.
Me dice: no es tu lugar.
Entiendo lo que me pide.
No hay victoria.
Ni epifanía.
Me elijo
para encarnar el leve equilibrio
de lo que regresa
a donde siempre
debió estar,
a pesar de mí.
✦Interpelación:
¿Qué dejarías caer hoy si supieras que nadie te juzga por elegirte?
✦ Acción poética:
Te invito a que hagas esto: durante un día, cuando sientas la presión de contestar o de sostener algo que ya no fluye, para un segundo y pide permiso al cuerpo con una frase breve: «¿es esto mío?» Si la respuesta interior es «no», déjalo ir.
—Mi revolución íntima es anclarme al silencio cuando lo de afuera me exige lo que no tengo.