Poema de la herencia femenina: sanar la herida y florecer
Soy la nieta, la hija, la hermana
de mujeres que bordaron esfuerzo
en el lienzo gastado de la historia.
…
Soy la nieta, la hija, la hermana
de mujeres que bordaron esfuerzo
en el lienzo gastado de la historia.
…
Declaro mi lugar:
no en la herida del sacrificio,
sino en la raíz que ya arde
con su propio orden.
Un niño juega descalzo
sobre el césped húmedo.
Su risa remueve la tarde,
relámpago de agua clara.
Un velo se descorre,
un espejo líquido
me mira a través de mi rostro multiplicado;
se disuelve,
se descompone en reflejos que no obedecen.
Si me buscas,
toca mi puerta del Este,
donde el amanecer es lúcido,
y la claridad enciende la frente.