Nace. Espera.

Me impaciento…
Sin embargo, necesito que el tiempo se detenga.
Tú dentro, al resguardo de mi sangre.
No fuera que hace mucho frío
y el ruido es muy intenso.
Tú duerme mientras mamá se desespera.

Me impaciento…
Tocar tu piel aérea.
Que abraces mi miedo con tu aliento.
Notar tus gramos en mis manos,
sentir mi útero ya ingrávido 
y, a la vez, pensar que sigues dentro.

Me impaciento…
Que el tiempo vaya a toda prisa.
Rememoro la luz en tu lanugo
y este poema que aún no te he leído.
Tu llanto ya es en mí, igual que tu silencio.

Nace. No, espera. Espero.

Por amor a la poesía

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