… una nueva forma de abrazarnos

Los que conservamos la salud y tenemos alimentos suficientes, y nos protege el confort de un techo digno, nos interiorizamos para reconstruir nuestros Valores por y para los que no tienen espacio que habitar, y tienen hambre, y su dignidad está mordida.

Ahora que echamos tanto de menos las distancias cortas,
¡no queremos abrazos!

Ahora que la desolación de las plazas silenciadas
y de las calles vacías nos muestra la soledad de muchos,
¡no queremos abrazos!

Ahora que cientos de mensajes y noticias nos encogen el corazón,
¡no queremos abrazos!

Y aunque «seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano»,
¡no queremos abrazos!

Ahora que hemos descubierto a tantas personas anónimas,
heroicas —quizá tú seas una de ellas—,
que ponen en riesgo sus preciadas vidas
para cuidar, proteger, sustentar, nuestras preciadas vidas;
deseamos que toda la fuerza del amor
de los abrazos que no nos estamos dando llegue a sus brazos
—a tus brazos—.

Tras un tiempo, volverá el ruido cotidiano
y con él volverá el poder del abrazo humano.
Abrazos más honestos, más conscientes.
Y habremos aprendido que el aire,
cada día más limpio, es el mismo que todos respiramos,
y que esta otra forma de Estar Presentes
se ha convertido en una nueva forma de abrazarnos.

«…Nosotros
seguimos creyendo
en los asombrosos poderes
del abrazo humano.»

Nosotros, Eduardo Galeano

Por amor a la poesía

Únete para recibir en tu bandeja de entrada
poemas y textos que quizá te inspiren.