Poema sobre la maternidad y el tiempo
Un niño juega descalzo
sobre el césped húmedo.
Su risa remueve la tarde,
relámpago de agua clara.
Poemas que evocan la niñez, la raíz primera y la memoria del origen.
Un niño juega descalzo
sobre el césped húmedo.
Su risa remueve la tarde,
relámpago de agua clara.
[…]
El cálido viento de entonces,
casi perceptible ahora,
mueve las amapolas.
El manto de espigas
permanece inmóvil.
Los dedos de la niña
intentan intuir
la textura del pétalo
que se deshace,
se desvanece
junto a la imagen,
hoy desenfocada.
[…]
Te sacaban del aula.
Te dejaban en el pasillo,
con una hoja en blanco
y la espalda en llamas.
Sostenía el cuenco roto de otros,
con las manos quietas.
Primero fue el sonido:
la noria chirriando en lo alto,
los gritos suben, pintan el azul de rojo.
Al principio no entendía
por qué no era como los demás.
Vuelvo al reflejo en el que, por vez primera, rechacé mi rostro pecoso, para susurrarme al oído una canción que años más tarde escribiré:
[…]
[…]
El aroma de su comida
me habla de la emoción
que siente el estómago
saciado de felicidad,
de la fruta con sabor a ajo
porque ese es el olor
de la sabiduría de sus manos
y de tanto, tanto, cariño
que hay suficiente para
llenar las fiambreras.
[…]
[…]
Cuando el tiempo transcurra más deprisa,
cuando ya no sepa si la fórmula
es una suma o una resta.
Cuando tenga aún más ganas de bailar
y la voz brille,
y los gemidos, mientras hago el amor
dentro de una barca, dejen el mar removido.
Y camine erguida con la energía del logro,
y las manos llenas,
y al momento vacías,
y ya sin temor.
Porque todo lo que esperaba ha sucedido.
[…]