momentos de sofá
su latido apacigua el ruido
que he acumulado
a lo largo del día
cuando, rendida,
descanso sobre su torso
la vida se pone en pausa…
… me despierto
y siento, nítidamente,
cuánto lo amo.
su latido apacigua el ruido
que he acumulado
a lo largo del día
cuando, rendida,
descanso sobre su torso
la vida se pone en pausa…
… me despierto
y siento, nítidamente,
cuánto lo amo.
Huir de
lo que hiere.
Desprender
el miedo,
como la
salamandra
que deja
atrás su cola
cuando
está peligro,
para que
en su lugar
crezca el
coraje.
Doy gracias
por las personas de mi vida
que han «florecido»,
sabiendo que no son superiores.
Conscientes de que nos necesitamos.
Doy gracias
por las personas de mi vida
que han «florecido»,
sabiendo que no somos inferiores.
Conscientes de que nos necesitamos.
Todas las semillas, sin excluir
a ninguna, somos parte
de la belleza diversa
de un bosque que, al brotar,
no impone límites,
y se nutre de nuestras diferencias,
proyectando un paisaje trascendental,
donde la verdad y la libertad
fortalecen la tierra.
Hijos, quisieracurar vuestras heridas con flores,protegeros con el amor de mis hojas,ser un árbol de verdades profundascon un paraíso en los brazos.
Los escalones recogen
los pasos tristes
de las mujeres de su portal,
y el olor a escasez,
que, por más que ellas lo limpien
con suspiros, lejía y canciones,
inunda el inmueble.
Volver
al silencio de las flores
y a su
canción efímera
Nuestros besos ya no contienen la prisa.
Son mensajes cifrados, conmovidos
testigos de nuestras bocas cosidas.
La cicatriz y el color de tu voz
La cicatriz y el olor de tus manos
La cicatriz y el calor de tu abrazo
Vía a la vida
La caricia lingual incendia
el témpano de la noche.
Las sábanas son útero
que ondula cuerpos.