Virtud en el Lodo
Que también es ese grito de guerra que me niego a domar
y el correr descalza en medio del desastre,
porque sé que la alegría crece en la hierba fresca.
Que también es ese grito de guerra que me niego a domar
y el correr descalza en medio del desastre,
porque sé que la alegría crece en la hierba fresca.
Hay pensamientos que, al hacerse palabra, abren grietas antes de perderse en el aire. O caen como piedras: indiferentes al agua, a la onda que provocan, o a la vida que dañan.
El corazón avanza,
la mente inferior se queda al margen;
lo material, menos tangible,
cede su poder al elevarse.
Convoco en el espejo
a todas las mujeres
que se amaron
y a las que la muerte
no se llevó del todo
porque sus obras
sus antídotos
sus inventos
sus descubrimientos
sus creaciones
son inmortales
[…]
[…]
Me asusta enfrentarme a los ojos de sus vivos,
si miro su dolor me atrapa el frío de un final sin despedida.
[…]
Ahora que la desolación de las plazas silenciadas
y de las calles vacías nos muestra la soledad de muchos,
¡no queremos abrazos!
[…]
Por eso vuelvo a nacer
con el propósito de lo nuevo,
cada día
[…]
Huir de
lo que hiere.
Desprender
el miedo,
como la
salamandra
que deja
atrás su cola
cuando
está peligro,
para que
en su lugar
crezca el
coraje.
Doy gracias
por las personas de mi vida
que han «florecido»,
sabiendo que no son superiores.
Conscientes de que nos necesitamos.
Doy gracias
por las personas de mi vida
que han «florecido»,
sabiendo que no somos inferiores.
Conscientes de que nos necesitamos.
Todas las semillas, sin excluir
a ninguna, somos parte
de la belleza diversa
de un bosque que, al brotar,
no impone límites,
y se nutre de nuestras diferencias,
proyectando un paisaje trascendental,
donde la verdad y la libertad
fortalecen la tierra.
Los escalones recogen
los pasos tristes
de las mujeres de su portal,
y el olor a escasez,
que, por más que ellas lo limpien
con suspiros, lejía y canciones,
inunda el inmueble.
¿Dónde, la flor que debe abrirse
como fiel paracaídas?
[Dejé sin ventana la estancia
que habita mi naturaleza
Cada vez que vuelvo a ella
me desnuda, con su frío
y humedad (tristeza, agua)
me anestesia]
… una vez más
se perpetra la barbarie,
Quizá en París, Madrid, Nueva York…
el dolor duele más (?!)
o el siniestro es más terrible (?!)
—El trozo de tierra no importa
ni pertenece—
el cráter macabro
la sombra del planeta
el agujero en algunos corazones
cuerpos arrasados
vuelve a pasar
vuelve a pasar
¡vuelve a pasar!
Y no sé qué puedo hacer
yo
desde el confort de mi vida
¡N-O L-O S-É!
[Seguir criando a mis hijos con amor
para que amen todas las formas
Compartir amor y belleza en cada gesto]
respetar y amar
respetar y amar
¡respetar y amar!
desde la inocencia
de que (todavía) hay esperanza
Hace tiempo que nace
en las cuatro estaciones,
en el agua, en el cuerpo
Pulsión de fuego y de aire
Flores y una sola bandera
utopía
[…]