Poema sobre la rendición consciente
Rendirse
Rendirse es inclinar el rostro del ego
que reclama su trono,
que dicta, que exige, que miente.
Yo respondo:
no eres mi conciencia
ni siquiera su lucidez,
solo el instrumento para sintonizarla.
En el centro del templo
una dimensión se abre:
la razón puede entrar
sin poseerme.
Desde ahí gobierno.
