Poema sobre la rendición consciente

Rendirse


Rendirse es inclinar el rostro del ego
que reclama su trono,
que dicta, que exige, que miente.
Yo respondo:

no eres mi conciencia
ni siquiera su lucidez,
solo el instrumento para sintonizarla.

En el centro del templo
una dimensión se abre:
la razón puede entrar
sin poseerme.
Desde ahí gobierno.

Vivir es un arte

Antes de integrar lo nuevo,
hay que repasar el caos que fuimos,
el poso de las promesas con las que nos mentimos
y los vestigios de lo que nos arrastró
por caminos sin mapa ni corazón.