momentos de sofá
su latido apacigua el ruido
que he acumulado
a lo largo del día
cuando, rendida,
descanso sobre su torso
la vida se pone en pausa…
… me despierto
y siento, nítidamente,
cuánto lo amo.
Poemas que brotan de la emoción inmediata, del pulso vital que tiembla y se desborda en la palabra.
su latido apacigua el ruido
que he acumulado
a lo largo del día
cuando, rendida,
descanso sobre su torso
la vida se pone en pausa…
… me despierto
y siento, nítidamente,
cuánto lo amo.
Huir de
lo que hiere.
Desprender
el miedo,
como la
salamandra
que deja
atrás su cola
cuando
está peligro,
para que
en su lugar
crezca el
coraje.
Hijos, quisieracurar vuestras heridas con flores,protegeros con el amor de mis hojas,ser un árbol de verdades profundascon un paraíso en los brazos.
Los escalones recogen
los pasos tristes
de las mujeres de su portal,
y el olor a escasez,
que, por más que ellas lo limpien
con suspiros, lejía y canciones,
inunda el inmueble.
Nuestros besos ya no contienen la prisa.
Son mensajes cifrados, conmovidos
testigos de nuestras bocas cosidas.
La cicatriz y el color de tu voz
La cicatriz y el olor de tus manos
La cicatriz y el calor de tu abrazo
Vía a la vida
La caricia lingual incendia
el témpano de la noche.
Las sábanas son útero
que ondula cuerpos.
He bordeado barrancos,
en sus filos supe del negro y de los ruidos
Aprendí en ellos la geometría del error
Regresaba desde ellos y agradecía que,
a pesar de la escasez y de los huracanes,
en mi hogar estaba todo
Creo saber del hambre
con el que sacié la llamada
de una madre desconocida
Creo saber de los símbolos
que ya nunca más usaré de reverso
Creo saber del límite
que doblega la esperanza
en el dolor o el orgasmo
[…]