alma celeste
Mientras la niña interior medita, sincroniza
el latido de sus fractales con el universo:
Mientras la niña interior medita, sincroniza
el latido de sus fractales con el universo:
Duermo con la mente vacía.
Me levanto tarde y evito las promesas.
Mi casa no tiene puerta trasera
ni cajones donde esconder el miedo
Detener el tiempo no es un truco,
ni un deseo que se manifiesta en palabras usadas.
Es la fuerza exacta donde ceden el «ahora» y el «nunca»,
el instante, rendido a nuestras conciencias.
Permanezco en la flor de la filosofía,
abriéndome al no-tiempo.
Su antesis agita los dormitorios,
legitimando la belleza del vacío.
[…]
Después de soñar el salto
y respirarlo apasionadamente,
de dialogar con la voluntad
desde el corazón y, con serenidad,
convencerla de nuestra entrega…
[…]