Autocuidado
hoy me hablé
como si nunca me hubiera fallado
Poemas que brotan de la emoción inmediata, del pulso vital que tiembla y se desborda en la palabra.
hoy me hablé
como si nunca me hubiera fallado
Duermo con la mente vacía.
Me levanto tarde y evito las promesas.
Mi casa no tiene puerta trasera
ni cajones donde esconder el miedo
De niño fue templado, silencioso.
Crecía en el silencio y sin testigos.
Habitaba en sí mismo, sin alarde,
como crecen las raíces en invierno.
Está en el borde de mi cama.
La mente se asoma,
como un niño inquieto en la ventana,
esperando oír su nombre.
Entiendo mi invierno,
en esta estación,
soy un árbol que se guarda.
Cada rama, cada propósito,
es un puño cerrado que acumula.
No hay prisa.