Madre interna

La busco en la línea que deja el sueño,
en las esquinas donde mi sombra se repliega,
allí donde debería escuchar:
«Cúidate».
Una parte de mí responde: «No hay tiempo».

Dos minutos

Detener el tiempo no es un truco,
ni un deseo que se manifiesta en palabras usadas.
Es la fuerza exacta donde ceden el «ahora» y el «nunca»,
el instante, rendido a nuestras conciencias.

Nace. Espera.

Me impaciento…
Sin embargo, necesito que el tiempo se detenga.
Tú dentro, al resguardo de mi sangre.
No fuera que hace mucho frío
y el ruido es muy intenso.
Tú duerme mientras mamá se desespera.

Me impaciento…
[…]

Ser Materno

Y aunque el nombre de madre
lo he ganado al concebir
recipientes de sangre,
sé que el infinito lo nombra
como horizonte humano
que abraza en su pecho.

[…]

Cachopo

Nos encontramos donde el aire tiene aroma a nutrición,
un espacio sagrado y cálido,
sin más origen que el momento.
Las cabezas, separadas por siglos y neuronas,
al fin convergen, aunque no se tocan.

Promesa

A mis hijos,

Os vi nacer, crecer, madurar, y sigo sintiendo la misma voluntad de sosteneros, aunque ya no os sujete tan fuerte. Os prometí que estaría siempre cerca. Os vi volar, y ese es un dolor dulce que no sabía que sentiría.

Cuando ella cocina

[…]

El aroma de su comida
me habla de la emoción
que siente el estómago
saciado de felicidad,
de la fruta con sabor a ajo
porque ese es el olor
de la sabiduría de sus manos
y de tanto, tanto, cariño
que hay suficiente para
llenar las fiambreras.

[…]

Hijos

Hijos, quisieracurar vuestras heridas con flores,protegeros con el amor de mis hojas,ser un árbol de verdades profundascon un paraíso en los brazos.

Madre

La cicatriz y el color de tu voz
La cicatriz y el olor de tus manos
La cicatriz y el calor de tu abrazo

Vía a la vida