Lo que nunca dijiste
Al borde de la cama,
la manta recogida
como un cuerpo que se resiste
a perder el calor.
Poemas que brotan de la emoción inmediata, del pulso vital que tiembla y se desborda en la palabra.
Al borde de la cama,
la manta recogida
como un cuerpo que se resiste
a perder el calor.
En el patio de al lado
un niño trepa sobre la mesa de jardín.
Levanta los brazos,
gira en círculos,
grita un nombre inventado.
Muchos días
enciendo una vela blanca antes del mediodía.
Mientras la niña interior medita, sincroniza
el latido de sus fractales con el universo:
aprendí a doblarme
para caber en la forma
de otras mujeres