Poema sobre el crecimiento interior y el arte de nutrir la propia vida
Hay vivencias que
no caben en el cuerpo:
se quedan en la garganta,
casi siempre en el estómago
Textos que tienden puentes entre lo visible y lo invisible.
Hay vivencias que
no caben en el cuerpo:
se quedan en la garganta,
casi siempre en el estómago
Mientras la niña interior medita, sincroniza
el latido de sus fractales con el universo:
No heredé rezos,
los recordé.
No copié caminos,
los caminé con pies valientes.
hoy me hablé
como si nunca me hubiera fallado
Aunque estos huesos conocen la quietud
y las grietas de su casa,
su fuerza interna acepta
el ruido.